Un poco de universo

Una día me enocntre con un a nena.. Ocho años habrá tenido.

Estaba de cuclillas observando, como siempre los niños, con esta atención y extravío tan juntos, tan a la vez. Con los ojos bien abiertos y un poco desorbitados, se encontraba ella observando de cuclillas, mirando entre sus pies.

Me senté al lado probé la misma posición y observe también.. Observé entre mis pies.

Estábamos ambas descalzas y pensé que tal vez yo también estaba amando el pasto mullido en mis plantas. Miraba. Que mis dedos regordetes posaban entre hormigas y hojitas largas y verdes, posaban con belleza, casi con arte pensé, y eran parte. Pensé también que el verde de esa chinche era más intenso que el del pasto, y que esa no era la que yo había pisado alguna vez. Miré esos vellitos tan feos, que a veces crecen en los pies, cómo me contaron un secreto: son las líneas de un mapa de las tierras puras, de las zonas que no rozan, en ese preciso lugar no hay desgaste. Por eso los pelitos nacen, crecen, hasta viven y no mueren, se renuevan. Continuaba yo de cuclillas y ya no sentía la incomodidad de tal posición, las piernas entumecidas, la fuerza en mis pantorrillas. Me había sumido tanto en mi panorama visual… el campo que abarcaba mi visión estaba entonces cubierto de pasto verde y amarillo, un par de yuyos oscuros, florcitas tan chiquitas. Pero ese pasto, una inmensidad. Un mundo.. yo buceaba y ya no había gravedad, ni arriba ni abajo, y respiraba por un tubo en mi imaginación.

A mas quieta me quedaba, mas real percibia el movimiento del universo. Si empezás aquietando tus pies, para ver cómo se mueven las hormigas y los autos.. Detenés luego tus brazos con tus manos, y sentís el aire que pasea y el viento que sacude. Al callar notas qeu al hablar tambien se mueve cierto calor.. hacia y desde todo lo que te rodea, lo que está.

Me relajo, y puedo percibir tan claramente cómo el centro de la tierra tira de mi, y estoy en paz.. (cuerpo y yo) Finalmente, ya con una parte del genuino mundo en mi conciencia, puedo aquietar los pensamientos, y ahora si, escuchar. Nada en la mente y escuchar ahora, ¡ahora un poco de universo!

Entonces me volví hacia ella. La mire un instante, pero no estaba ahí. Sólo ahora me daba cuenta de que ella también se había ido de viaje..



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